jueves, 5 de abril de 2007

En torno a Fernando Arrabal

Camino de Barcelona a Andorra, muy cerca de Guissona, la Sra. Chundarata se refirió a Fernando Arrabal y su peculiar vida. En recuerdo de aquella conversación sirva este extracto de un texto suyo incluido en El arquitecto y el Emperador de Asiria:

El ARQUITECTO.— ¿Sabes cómo lo veo yo? Pienso que cuando se es feliz se está con una persona que tiene la piel muy blanca y muy fina, y luego se le besa en los labios y todo se cubre de humo rosa y el cuerpo de esa persona se convierte en multitud de pequeños espejos y al mirarla a ella, uno se reproduce millones de veces, y se pasea con ella en cebras y en panteras alrededor de un lago, y ella le lleva a uno atado por una cuerda, y cuando se le mira comienza a llover del cielo plumas de paloma que al caer en el suelo relinchan como caballitos, y luego se entra en una habitación y se pone uno con ella a andar por el techo cogidos de la mano… (Hablando a gran velocidad.) Y nuestras cabezas se cubren de serpientes que nos acarician, y las serpientes se cubren de erizos de mar que les hacen cosquillas, y los erizos de mar se cubren de escarabajos de oro llenos de regalos, y los escarabajos de oro…

(Extraído de: El hombre que comía diccionarios)

2 comentarios:

rebeca dijo...

La sabiduría de la marre supera todos los: coge eso de allí, lo que está al lado de eso, no más abajo donde aquello

Vivi dijo...

Te refieres al chisme aquel que esta ahí justo delante del chirigorcio ese?.